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Hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fuerza.
Hermanos míos, fortaleceos
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Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del Diablo.
Vestíos de toda
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Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Porque no tenemos
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Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Por tanto, tomad
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Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
Estad, pues, firmes,
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y calzados los pies con el apresto del Evangelio de la paz.
y calzados los
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Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Sobre todo, tomad
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Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios;
Y tomad el
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orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
orando en todo
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