Reina Valera Gomez
Salmos
Chapter 108
                                                            <<Canción: Salmo de David>> Mi corazón está dispuesto, oh Dios; cantaré y entonaré salmos, todavía en mi gloria.
                                                    
                        
                    
                                                            Despiértate, salterio y arpa; despertaré al alba.
                                                    
                        
                    
                                                            Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque grande más que los cielos es tu misericordia, y hasta los cielos tu verdad.
                                                    
                        
                    
                                                            Exaltado seas oh Dios, sobre los cielos; y sobre toda la tierra sea tu gloria.
                                                    
                        
                    
                                                            Para que sean librados tus amados, salva con tu diestra y respóndeme.
                                                    
                        
                    
                                                            Dios dijo en su santuario; me alegraré, repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
                                                    
                        
                    
                                                            Mío es Galaad, mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador;
                                                    
                        
                    
                                                            Moab, la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato; me regocijaré sobre Filistea.
                                                    
                        
                    
                                                            ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom?
                                                    
                        
                    
                                                            Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.
                                                    
                        
                    
                                                            Danos socorro en la angustia; porque vana es la ayuda del hombre.
                                                    
                        
                    
                                                            En Dios haremos proezas; y Él hollará a nuestros enemigos.