Reina Valera Gomez
Salmos
Chapter 109
                                                            <<Al Músico principal: Salmo de David>> Oh Dios de mi alabanza, no calles;
                                                    
                        
                    
                                                            Porque la boca del impío y la boca del engañador se han abierto contra mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa,
                                                    
                        
                    
                                                            y con palabras de odio me rodearon; Y pelearon contra mí sin causa.
                                                    
                        
                    
                                                            En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba.
                                                    
                        
                    
                                                            Y me han devuelto mal por bien, y odio por amor.
                                                    
                        
                    
                                                            Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra.
                                                    
                        
                    
                                                            Cuando sea juzgado, salga culpable; y su oración sea para pecado.
                                                    
                        
                    
                                                            Sean pocos sus días; tome otro su oficio.
                                                    
                        
                    
                                                            Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda.
                                                    
                        
                    
                                                            Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.
                                                    
                        
                    
                                                            Tome el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo.
                                                    
                        
                    
                                                            No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
                                                    
                        
                    
                                                            Su posteridad sea talada; sea borrado su nombre en la siguiente generación.
                                                    
                        
                    
                                                            Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.
                                                    
                        
                    
                                                            Estén siempre delante de Jehová, y Él corte de la tierra su memoria.
                                                    
                        
                    
                                                            Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al hombre afligido y menesteroso y quebrantado de corazón, para matarlo.
                                                    
                        
                    
                                                            Y amó la maldición, y le vino; y no quiso la bendición, y ésta se alejó de él.
                                                    
                        
                    
                                                            Y se vistió de maldición como de su vestidura, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.
                                                    
                        
                    
                                                            Séale como vestidura con que se cubra, y en lugar de cinto con que se ciña siempre.
                                                    
                        
                    
                                                            Sea éste el pago de parte de Jehová para los que me calumnian, y para los que hablan mal contra mi alma.
                                                    
                        
                    
                                                            Y tú, Señor Jehová, sé conmigo, por amor de tu nombre; líbrame, porque tu misericordia es buena.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque yo estoy afligido y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.
                                                    
                        
                    
                                                            Me voy como la sombra cuando declina; soy sacudido como langosta.
                                                    
                        
                    
                                                            Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallecida por falta de gordura.
                                                    
                        
                    
                                                            Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza.
                                                    
                        
                    
                                                            Ayúdame, Jehová Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.
                                                    
                        
                    
                                                            Y entiendan que ésta es tu mano; que tú, Jehová, has hecho esto.
                                                    
                        
                    
                                                            Maldigan ellos, pero bendice tú; levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.
                                                    
                        
                    
                                                            Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con manto.
                                                    
                        
                    
                                                            Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, y en medio de muchos le alabaré.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque Él se pondrá a la diestra del pobre, para librar su alma de los que le juzgan.