Reina Valera Gomez
Salmos
Chapter 30
                                                            <<Salmo cantado en la dedicación de la casa de David>> Te glorificaré, oh Jehová; porque me has levantado, y no hiciste a mis enemigos alegrarse de mí.
                                                    
                        
                    
                                                            Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.
                                                    
                        
                    
                                                            Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
                                                    
                        
                    
                                                            Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque por un momento será su furor; mas en su voluntad está la vida: Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría.
                                                    
                        
                    
                                                            Y dije yo en mi prosperidad: No seré movido jamás;
                                                    
                        
                    
                                                            porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.
                                                    
                        
                    
                                                            A ti, oh Jehová, clamaré; y al Señor suplicaré.
                                                    
                        
                    
                                                            ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al sepulcro? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
                                                    
                        
                    
                                                            Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé tú mi ayudador.
                                                    
                        
                    
                                                            Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
                                                    
                        
                    
                                                            Por tanto a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.