Reina Valera Gomez
Proverbios
Chapter 2
                                                            Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos atesorares dentro de ti,
                                                    
                        
                    
                                                            de manera que inclines tu oído a la sabiduría, y apliques tu corazón a la prudencia;
                                                    
                        
                    
                                                            Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia alzares tu voz;
                                                    
                        
                    
                                                            Si como a la plata la buscares, y la procurares como a tesoros escondidos;
                                                    
                        
                    
                                                            Entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
                                                    
                        
                    
                                                            Él reserva la sana sabiduría para los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.
                                                    
                        
                    
                                                            Él guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.
                                                    
                        
                    
                                                            Entonces entenderás justicia, juicio, y equidad, y todo buen camino.
                                                    
                        
                    
                                                            Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y el conocimiento fuere dulce a tu alma,
                                                    
                        
                    
                                                            la discreción te guardará, te preservará la inteligencia,
                                                    
                        
                    
                                                            para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades;
                                                    
                        
                    
                                                            que dejan las sendas derechas, por andar en caminos tenebrosos;
                                                    
                        
                    
                                                            que se alegran haciendo el mal, que se deleitan en las perversidades del vicio;
                                                    
                        
                    
                                                            cuyas veredas son torcidas, y torcidos sus caminos.
                                                    
                        
                    
                                                            Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;
                                                    
                        
                    
                                                            que abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios.
                                                    
                        
                    
                                                            Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos.
                                                    
                        
                    
                                                            Todos los que a ella entraren, no volverán, ni tomarán los senderos de la vida.
                                                    
                        
                    
                                                            Para que andes por el camino de los buenos, y guardes las sendas de los justos.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella;
                                                    
                        
                    
                                                            mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán desarraigados de ella.