Reina Valera Gomez
Proverbios
Chapter 18
                                                            Según su antojo busca el que se desvía, y se entremete en todo negocio.
                                                    
                        
                    
                                                            No toma placer el necio en la inteligencia, sino en que su corazón se descubra.
                                                    
                        
                    
                                                            Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, y con la deshonra, [viene] la afrenta.
                                                    
                        
                    
                                                            Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
                                                    
                        
                    
                                                            No es bueno tener respeto a la persona del impío, para hacer caer al justo de su derecho.
                                                    
                        
                    
                                                            Los labios del necio entran en contienda; y su boca los azotes llama.
                                                    
                        
                    
                                                            La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma.
                                                    
                        
                    
                                                            Las palabras del chismoso son como estocadas, y penetran hasta lo más profundo del vientre.
                                                    
                        
                    
                                                            También el que es negligente en su obra, es hermano del hombre disipador.
                                                    
                        
                    
                                                            Torre fuerte es el nombre de Jehová; a Él correrá el justo, y estará a salvo.
                                                    
                        
                    
                                                            Las riquezas del rico son la ciudad fortificada, y como un muro alto en su imaginación.
                                                    
                        
                    
                                                            Antes del quebrantamiento se enaltece el corazón del hombre, y antes de la honra está la humildad.
                                                    
                        
                    
                                                            El que responde palabra antes de oír, le es necedad y vergüenza.
                                                    
                        
                    
                                                            El espíritu del hombre soportará su enfermedad; mas ¿quién soportará al espíritu angustiado?
                                                    
                        
                    
                                                            El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca el conocimiento.
                                                    
                        
                    
                                                            El don del hombre le ensancha el camino, y le lleva delante de los grandes.
                                                    
                        
                    
                                                            El primero que aboga por su causa parece ser justo; pero viene su adversario, y lo revela.
                                                    
                        
                    
                                                            La suerte pone fin a los pleitos, y decide entre los poderosos.
                                                    
                        
                    
                                                            El hermano ofendido [es más difícil de ganar] que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
                                                    
                        
                    
                                                            Del fruto de la boca del hombre se saciará su vientre; del producto de sus labios será saciado.
                                                    
                        
                    
                                                            La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
                                                    
                        
                    
                                                            El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová.
                                                    
                        
                    
                                                            El pobre habla con ruegos; mas el rico responde con dureza.
                                                    
                        
                    
                                                            El hombre [que tiene] amigos, ha de mostrarse amigo; y hay amigo más cercano [que] un hermano.