¡Se exaltado, oh SEÑOR, en tu fuerza! Cantaremos y alabaremos tu poder.

Daré al SEÑOR las gracias debidas a su justicia, y cantaré alabanzas al nombre del SEÑOR, el Altísimo.

Te bendeciré mientras viva; en tu nombre levantaré mis manos. Mi alma se saciará como de manjar gordo y rico, y mi boca con labios de gozo te alabará, cuando me acuerde de ti sobre mi lecho, y medite en ti en las vigilias de la noche; porque tú has sido mi ayuda, ya la sombra de tus alas cantaré de júbilo.

Gritad de júbilo a Dios, toda la tierra; cantad la gloria de su nombre; ¡Dadle gloriosa alabanza! Dile a Dios: “¡Cuán admirables son tus obras! Tan grande es tu poder que tus enemigos se acercan a ti. Toda la tierra te adora y te canta alabanzas; cantan alabanzas a tu nombre.”

¡Alabado sea el Señor! Alabad a Dios en su santuario; alabadle en sus cielos poderosos! Alabadlo por sus proezas; alabadle conforme a su excelente grandeza! Alabadlo con sonido de trompeta; alábenlo con laúd y arpa! Alábenlo con pandero y danza; ¡alabadlo con cuerdas y flauta! Alabadle con címbalos resonantes; ¡alabadlo con címbalos resonantes! ¡Que todo lo que respira alabe al SEÑOR! ¡Alabado sea el Señor!

¡Alabado sea el Señor, todas las naciones! ¡Exaltadlo, pueblos todos! Porque grande es su misericordia para con nosotros, y la fidelidad de Jehová es para siempre. ¡Alabado sea el Señor!

¡Alégrense en el SEÑOR, oh justos, y den gracias a su santo nombre!

Has convertido para mí mi lamento en baile; has desatado mi cilicio y me has vestido de alegría, para que mi gloria cante tu alabanza y no calle. ¡Oh SEÑOR mi Dios, te daré gracias por siempre!

Alábenle el cielo y la tierra, los mares y todo lo que en ellos se mueve.

Daré gracias al SEÑOR con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillosas obras. Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo.

Venid, cantemos al SEÑOR; ¡aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación! Acerquémonos a su presencia con acción de gracias; ¡hagámosle un ruido de júbilo con cánticos de alabanza! Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses. En su mano están las profundidades de la tierra; las alturas de los montes son suyas también. Suyo es el mar, porque él lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca. Oh, venid, adoremos e inclinémonos; ¡arrodillémonos ante el SEÑOR, nuestro Hacedor! Porque él es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su prado, y las ovejas de su mano.

¡Bendecid a Jehová, oh vosotros sus ángeles, vosotros los valientes que hacéis su palabra, obedeciendo la voz de su palabra! ¡Bendigan al SEÑOR, todos sus ejércitos, sus ministros, que hacen su voluntad! Bendecid a Jehová, todas sus obras, en todos los lugares de su dominio. ¡Bendice, alma mía, al SEÑOR!

¡Venid, bendecid al SEÑOR, todos los siervos del SEÑOR, que estáis de noche en la casa del SEÑOR! ¡Levanten sus manos al lugar santo y bendigan al SEÑOR!