Reina Valera Gomez
Job
Chapter 20
Respondió entonces Zofar el naamatita, y dijo:
Por cierto mis pensamientos me hacen responder, y por tanto me apresuro.
La reprensión de mi censura he oído, y me hace responder el espíritu de mi inteligencia.
¿No sabes esto, que desde la antigüedad, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra;
que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita [sólo] por un momento?
Aunque subiere su altivez hasta el cielo, y su cabeza tocare en las nubes,
como su estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
Como sueño volará, y no será hallado; y se disipará como visión nocturna.
El ojo que le vio, nunca más le verá; ni su lugar le contemplará ya más.
Sus hijos buscarán el favor de los pobres; y sus manos devolverán lo que él robó.
Sus huesos están llenos [del pecado] de su juventud, yacerán con él en el polvo.
Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua;
si le parecía bien, y no lo dejaba, mas antes lo detenía en su paladar;
su comida se mudará en sus entrañas, hiel de áspides será dentro de él.
Devoró riquezas, mas las vomitará; de su vientre las sacará Dios.
Veneno de áspides chupará; lo matará lengua de víbora.
No verá los arroyos, los ríos, los torrentes de miel y de leche.
Restituirá el trabajo conforme a los bienes que tomó; según su sustancia será la restitución, y no se gozará en ello.
Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, y robó casas que él no edificó.
Por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, ni salvará nada de lo que codiciaba.
No quedó nada que no comiese; por tanto, su bien no será duradero.
En la plenitud de su prosperidad, tendrá estrechez; la mano de todos los malvados vendrá sobre él.
Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, y la hará llover sobre él y sobre su comida.
Huirá de las armas de hierro, [pero] el arco de bronce le atravesará.
Saldrá la saeta por su espalda, relumbrante saldrá por su hiel; sobre él vendrán terrores.
Todas las tinieblas estarán guardadas en sus lugares secretos; fuego no atizado lo devorará; y consumirá al que quede en su tienda.
Los cielos descubrirán su iniquidad, y la tierra se levantará contra él.
Los frutos de su casa serán trasportados; serán esparcidos en el día de su furor.
Ésta [es] la porción de Dios para el hombre impío, y la herencia que Dios le ha señalado.