Reina Valera Gomez
Salmos
Chapter 16
                                                            <<Mictam de David>> Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
                                                    
                        
                    
                                                            Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; Mi bien a ti no aprovecha;
                                                    
                        
                    
                                                            sino a los santos que están en la tierra, y a los íntegros, en quienes está toda mi complacencia.
                                                    
                        
                    
                                                            Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios: No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
                                                    
                        
                    
                                                            Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa. Tú sustentas mi suerte.
                                                    
                        
                    
                                                            Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado.
                                                    
                        
                    
                                                            Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones.
                                                    
                        
                    
                                                            A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido.
                                                    
                        
                    
                                                            Por tanto, mi corazón se alegra, y se goza mi gloria; también mi carne reposará segura.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
                                                    
                        
                    
                                                            Me mostrarás la senda de la vida: Plenitud de gozo hay en tu presencia; delicias en tu diestra para siempre.