Reina Valera Gomez
Salmos
Chapter 27
                                                            <<Salmo de David>> Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
                                                    
                        
                    
                                                            Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
                                                    
                        
                    
                                                            Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
                                                    
                        
                    
                                                            Una cosa he demandado de Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su pabellón; me pondrá en alto sobre una roca.
                                                    
                        
                    
                                                            Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean; y yo ofreceré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y entonaré salmos a Jehová.
                                                    
                        
                    
                                                            Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; y ten misericordia de mí, respóndeme.
                                                    
                        
                    
                                                            Tú has dicho: Buscad mi rostro. Mi corazón dice de ti: Tu rostro buscaré, oh Jehová.
                                                    
                        
                    
                                                            No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo: Mi ayuda has sido; no me dejes, no me desampares, Dios de mi salvación.
                                                    
                        
                    
                                                            Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.
                                                    
                        
                    
                                                            Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.
                                                    
                        
                    
                                                            No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
                                                    
                        
                    
                                                            Hubiera yo desmayado, si no creyese que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
                                                    
                        
                    
                                                            Espera en Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera en Jehová.