Reina Valera Gomez
Salmos
Chapter 6
                                                            <<Al Músico principal: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David>> Oh Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues con tu ira.
                                                    
                        
                    
                                                            Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado; sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.
                                                    
                        
                    
                                                            Mi alma asimismo está muy turbada: y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
                                                    
                        
                    
                                                            Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.
                                                    
                        
                    
                                                            Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el sepulcro, ¿quién te alabará?
                                                    
                        
                    
                                                            Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto mi cama, riego mi lecho con mis lágrimas.
                                                    
                        
                    
                                                            Mis ojos están consumidos de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
                                                    
                        
                    
                                                            Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
                                                    
                        
                    
                                                            Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová mi oración.
                                                    
                        
                    
                                                            Avergüéncense y sean muy aterrados todos mis enemigos; que se vuelvan y súbitamente serán avergonzados.