2 Corintios 1:4
El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios.
Salmos 119:50
Ésta es mi consuelo en mi aflicción; pues tu palabra me ha vivificado.
Salmos 147:3
Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
Juan 14:18
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
Hebreos 13:5b
Él dijo: No te dejaré ni te desampararé.
Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran; porque ellos serán consolados.